Giramundo–impaciente
No hay más hogar perenne
que el constante regreso
1973
Cuarteles oscuros–secretas las luces
Ideologías hincadas–temores insuflan
alas jóvenes en caminos infinitos.
Giramundo–en descanso
Románicos paseos–empujan la historia
Puertas prístinas–sacuden la primavera
1980
Los meses gozosos–del Adriático al Tirreno
las venas rechinan–euforias viajeras
las viejas lenguas, la entrada ya mapean.
Giramundo–tribulado
Luteranos los viajes–terco el viento
las aspas viejas resuelven–sexo y razón
el invierno conmueven–tulipanes marchan
1988
Una misión acaba–la otra divaga,
Naves flotan–la ciudadela desvanece
En la niebla gris buscan su coartada.
Giramundo–aventurero
El istmo multicolor respira–revoluciones en espera
Relojes de arena tic tan–la luz del color embelesan
1991
Aguas sudorosas fluyen–el candor del nuevo tiempo
con ahínco, en mi mesa–volcanes derraman,
papayas, identidades, preguntas de albahaca.
Giramundo en delirio
Danza, karma y rojos desazones
desafía el destino al terco reflujo,
edades, tormentas y artilugios.
No hay más hogar perenne
¡que el propio exilio!1
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